¡Soy una prinzeza! ¡Con la "p", con la "r", con la "in", y con la "zeza"!

Norma básica de toda verdadera prinzeza: 

Actúa en todo momento como si tuvieras una corona invisible sobre la cabeza.

Mi corona es de intrincado metal, puntas afiladas y pesa como una condenada, aunque el país sobre el que gobierno no es muy grande. Y además parece que, de nuevo, sólo estoy yo.

- Pero, claro... ¿Qué chiquilla solitaria no soñaría con ser princesa?
- Y en algún lado, alguna chiquilla, lo es...
(Anastasia)

Y hoy de nuevo volví a soñar con el pasado, para que el presente me diese de hostias al despertar. Así que me repito que soy una prinzeza, y a que veces "La prinzeza está trizte..."

MUA!