No todo son caras tristes

No tengo idea de por qué, generalmente, dibujo chicas cabezonas de ojos enfermos y sin boca. Y que conste que me OBLIGO a ponerles pelo, porque mis primeras muñecas ojerosas eran calvas con lazos en la cabeza (algún día os las enseñaré).

Pero quiero que conste que no siempre es así. Si lo son es porque quiero. Pero obviamente si alguien me pide una ilustración, a menos que lo pida explícitamente, procuro evitar encabezonamientos, ojos saltones, ojeras, y, por supuesto, la calvicie. Como en la ilustración de hoy. 

¿Véis? ¡Estan felices y saludables! xD

Es un dibujo que he tenido la suerte de tener que realizar para una newsletter aquí en el trabajo, donde el trabajo manual y el lápiz sobre el papel apenas se sabe lo que son. De ahí mi entusiasmo.

Servirá para ilustrar un mail dirigido a profesores con el objetivo de felicitar el Día del Libro, y he de decir que me lo he pasado muy bien dibujándola, dejando de lado por un rato el ratón y el teclado.


PD: fijáos en el detalle de los castellanos del profesor xD (click en la imagen para verla más grande)