Unas alas para mí

Hace muchos muchos años, les pedí a los Reyes magos un par de alas.

Debía ser muy mala por esa temporada,

porque me tuve que conformar con una caja de pinturas...

De modo que empecé a pintarme alas de papel.

Años después, así de repente, me regalaron unas de verdad.

De ésas ligeras y esponjosas,

de las que te elevan, arriba, más arriba, hasta el cielo...

Fue genial ver el mundo desde el infinito.

Pero supongo que no me las merecía.

O estaban en realidad hechas de cera,

porque caí al acercarme demasiado al sol...

Ya no las tengo.

Así que he decidido construirme unas alas propias,

(que para eso soy hija de mi padre "el manitas")

Unas alas fuertes, que no me harán caer.

Construidas con piezas hechas POR MI, 

y PARA MI.

Necesitaré ayuda, no lo dudo, pero de momento de eso no me ha faltado.

Y confío en que, muy pronto, podré volver a volar.

Hasta entonces, reúno engranajes, pistones, tuercas, alambre...

Trabajo en ellas, en mí misma, y en el aire que me rodea.

Y me limito a soñar.

Soñar con unas alas propias,

que nadie me podrá quitar.